por Natalia Zayat

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Compartiendo ya un tiempo siendo parte del equipo de educación, me pareció oportuno poder transmitir nuestras búsquedas e intereses. Partimos de la necesidad de brindar a los visitantes distintas propuestas para reflexionar, apreciar y producir una nueva forma de pensar el arte contemporáneo.
Marcamos la importancia del público a la hora de pensar las actividades. Es una herramienta vital para los recorridos dialogados porque se adapta a los intereses particulares de cada grupo. Esto es lo que lo diferencia de una visita guiada, el contenido se construye con el otro, con sus inquietudes y saberes previos.
Es necesario poder aprovechar nuestro lugar en MACBA para poder transmitir la importancia de la educación en el arte dentro de la sociedad. Un espacio donde se integre la vida y una experiencia sensible, donde el arte se convierte en conocimiento.
¿Cómo se relacionan el arte contemporáneo y la vida?
Hans-Georg Gadamer responde a esta inquietud con tres principios antropológicos de la experiencia artística: el juego, el símbolo y la fiesta [i].
El primero construye sus propias reglas a partir del movimiento y la autonomía de cada participante. Dentro del hacer de los talleres es similar. El aprendizaje tiene libertad. Pero esta necesita, a su vez, orden.
«Esta obra no la entiendo» dice un visitante a un educador en sala. Nos encontramos con la necesidad de saber lo representado, el símbolo. Aquello que refleja algo en sí mismo, una alegoría. El autor defiende que en el campo del arte no se requiere ninguna primicia previa, donde prima el lenguaje y lo instintivo.
¿Y cómo se da esta experiencia en el museo? Para nosotros es un espacio donde la comunidad puede generar su propia vivencia. Porque su presencia es indispensable para este. Y, los educadores, como mediadores para que este mismo tenga voz.
Ahora sí: la fiesta. La fiesta es comunidad, somos todos. Aquella celebración cargada de experiencias compartidas. Como lo es el arte.
“Si el arte tiene de verdad algo que ver con la fiesta, entonces tiene que sobrepasar los límites de esta determinación que he descrito y, con ello, los límites impuestos por los privilegios culturales, e igualmente, tiene que pertenecer inmune a las estructuras comerciales de nuestra vida social».
Quedándonos dentro de la experiencia de visitar un museo, queremos lograr una mirada pluralista, que la comunidad pueda vivenciar nuevos modos de entender el arte en la contemporaneidad.
[i] Hans-Georg Gadamer. La actualidad de lo bello. Ediciones Paidós – I.C.E. de la Universidad Autónoma de Barcelona. Ediciones Paidós Ibérica, S.A

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